Don José Mata, Pepe Mata, permanecerá siempre en nuestro recuerdo. Para mí, y estoy convencido de que para todos los que lo conocíamos, era una persona buena, entrañable, honesta, inteligente, culta, educada y consecuente con sus principios.
Su vida personal y familiar ha estado entrelazada desde bien pequeño con la dura y real historia del Partido Socialista Obrero Español. En el exilio, en el norte de África primero, y en Francia después. Más tarde, con otros apreciados compañeros refundó el Partido Socialista en Cartagena. Y con la llegada de la democracia pudo cumplir un sueño que tuvo desde niño: servir a los ciudadanos desde sus distintos cargos públicos, en la Asamblea Regional, en el Gobierno Regional y en el Ayuntamiento de Cartagena.
Aunque cuesta trabajo hablar en pasado, me gustaría destacar su gran inteligencia. Fue uno de los mejores políticos que he conocido en la Región de Murcia. A mi juicio, la calidad de un político se mide, entre otras cuestiones, por la anticipación, la visión del futuro, adelantarse a su tiempo, leer los cambios antes de que se produzcan. Él, sin duda, era un maestro, tenía esas cualidades.
En mis largas conversiones con Don José, como yo le llamaba, en su acogedora y mediterránea casa de Torre Pacheco, dedicábamos mucho tiempo a hablar de los grandes cambios en el mundo, de los retos de España y de Europa, del devenir de la política española. Y cómo no, de la política francesa. Me explicaba con extremo detalle los distintos debates que mantuvieron Nicolás Sarcozy y Ségoléne Royal. Mata fue un racionalista convencido, en gran parte por su influencia francesa, un racionalista apegado a los principios del laicismo, la libertad, la solidaridad y la fraternidad.
Y cómo amaba y admiraba profundamente a su querida Olimpia, a su familia. ¡Con qué cariño me hablada de Olimpia y de sus hijos Juan y Olimpia!
Es duro enfrentarse a que se tenga que marchar para siempre alguien que luchó tanto por la libertad y la solidaridad en España. Los socialistas de Cartagena, y toda la Región, nunca olvidaremos a Pepe Mata, Don José. Y yo también llevaré siempre en mi memoria la frase de Miterrand que a él tanto le gustaba: “El socialismo es la idea más joven del mundo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario