La democracia murciana vive uno de los momentos más negros de su historia. Francisco Marqués, ex consejero de Industria y Medio Ambiente de Valcárcel, duerme en los calabozos de la policía por un asunto que presuntamente tiene que ver con las gestiones del Gobierno autonómico del PP.
La sociedad murciana no está de enhorabuena. La actuación judicial implica a una persona que tuvo responsabilidades de Gobierno en esta Región desde el año 1995, primero como consejero de Sanidad , posteriormente, como delegado del Gobierno del último Ejecutivo de Aznar y luego recuperado por Valcárcel como consejero de Industria y Medio Ambiente.
Precisamente, es en esta última responsabilidad de gobierno cuando se aprobó la declaración de impacto ambiental favorable a la urbanización de la finca de La Zerrichera. Hoy, más que nunca, tiene sentido la pregunta que siempre nos hacemos: ¿Por qué Valcárcel no ha anulado todavía la declaración de impacto ambiental sobre La Zerrichera, aprobada cuando Marqués era consejero de Industria y Medio Ambiente? ¿Por qué sigue vigente la Orden del consejero Joaquín Bascuñana que aprueba la reclasificación urbanística de la finca para poder construir en ese paraje 4.000 viviendas? ¿Por qué, a día de hoy, ambas resoluciones están vivas y vigentes?
A pesar de las mentiras de Valcárcel, -recientemente se ha atrevido a afirmar que su Gobierno no ha aprobado nada que de pie a que se puedan realizar actuaciones de tipo urbanístico en La Zerrichera- lo cierto es que en estos años, el PP y los sucesivos gobiernos de Valcárcel, han apostado por un modelo económico basado en la desprotección del medio ambiente y la especulación urbanística. Esto ha supuesto un enriquecimiento fácil y rápido para unos pocos. Quiero recordar que el promotor de La Zerrichera, con una relación manifiesta de amistad con miembros del gobierno de Valcárcel, ya ha ganado por la venta de ese suelo la friolera cantidad de 75 millones de euros (12.500 millones de las antiguas pesetas). Sin embargo, las consecuencias de ese modelo económico especulativo la están pagando en parte los más de 100.000 parados de la Región, una cifra tristemente histórica y que nos convierte en líderes del desempleo a nivel nacional.
La detención de Francisco Marqués evidencia la necesidad de abrir un nuevo tiempo, una nueva etapa, en la política murciana. Un nuevo período con otros comportamientos políticos. Pero sobre todo exige la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que nos aleje del paro masivo, de las hipotecas a 30 años y del fracaso escolar, la peor herencia que podemos dejar a nuestros hijos.
La sociedad murciana no está de enhorabuena. La actuación judicial implica a una persona que tuvo responsabilidades de Gobierno en esta Región desde el año 1995, primero como consejero de Sanidad , posteriormente, como delegado del Gobierno del último Ejecutivo de Aznar y luego recuperado por Valcárcel como consejero de Industria y Medio Ambiente.
Precisamente, es en esta última responsabilidad de gobierno cuando se aprobó la declaración de impacto ambiental favorable a la urbanización de la finca de La Zerrichera. Hoy, más que nunca, tiene sentido la pregunta que siempre nos hacemos: ¿Por qué Valcárcel no ha anulado todavía la declaración de impacto ambiental sobre La Zerrichera, aprobada cuando Marqués era consejero de Industria y Medio Ambiente? ¿Por qué sigue vigente la Orden del consejero Joaquín Bascuñana que aprueba la reclasificación urbanística de la finca para poder construir en ese paraje 4.000 viviendas? ¿Por qué, a día de hoy, ambas resoluciones están vivas y vigentes?
A pesar de las mentiras de Valcárcel, -recientemente se ha atrevido a afirmar que su Gobierno no ha aprobado nada que de pie a que se puedan realizar actuaciones de tipo urbanístico en La Zerrichera- lo cierto es que en estos años, el PP y los sucesivos gobiernos de Valcárcel, han apostado por un modelo económico basado en la desprotección del medio ambiente y la especulación urbanística. Esto ha supuesto un enriquecimiento fácil y rápido para unos pocos. Quiero recordar que el promotor de La Zerrichera, con una relación manifiesta de amistad con miembros del gobierno de Valcárcel, ya ha ganado por la venta de ese suelo la friolera cantidad de 75 millones de euros (12.500 millones de las antiguas pesetas). Sin embargo, las consecuencias de ese modelo económico especulativo la están pagando en parte los más de 100.000 parados de la Región, una cifra tristemente histórica y que nos convierte en líderes del desempleo a nivel nacional.
La detención de Francisco Marqués evidencia la necesidad de abrir un nuevo tiempo, una nueva etapa, en la política murciana. Un nuevo período con otros comportamientos políticos. Pero sobre todo exige la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que nos aleje del paro masivo, de las hipotecas a 30 años y del fracaso escolar, la peor herencia que podemos dejar a nuestros hijos.
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