La primera fase del denominado Plan E, dotado con 8.000 millones de euros para todos los ayuntamientos del país, ha supuesto la mayor movilización de recursos públicos hacia los municipios en toda la historia de la democracia. Jamás un gobierno había apostado de una manera tan firme y decidida por las entidades locales como lo ha hecho el de José Luis Rodríguez Zapatero.
El dinero del Plan E ha tenido como objetivo principal generar empleo en estos momentos de crisis, algo que se ha conseguido a lo largo de estos meses. De hecho, en toda España, la inversión ha supuesto la creación de unos 400.000 nuevos empleos, de los cuales 15.000 se han producido en la Región, superando con creces las expectativas.
Está claro que, de no haber existido dicho Plan, el paro en nuestra Comunidad sería todavía mucho mayor; Lejos de ser el fracaso que pretenden pintar algunos, tanto los ayuntamientos del PP como los del PSOE reconocen que el Plan E ha supuesto un revulsivo para el empleo local, además de servir para acometer importantes obras públicas en sus respectivos municipios. Ahora, la segunda fase de este fondo estatal que se va a renovar para 2010, con 5.000 millones de euros, seguirá contribuyendo a la necesaria creación de empleo.
Con la primera fase Valcárcel no estuvo a la altura. Se negó a poner la misma cantidad de euros que el Estado, lo que podría haber duplicado las inversiones en los pueblos y ciudades de la Región y, lo más importante, haber multiplicado por dos el número de empleos. Podría ser este un buen momento para desquitarse, ¿Verdad? Pues mucho me temo que no. Repasemos algunos de sus “antecedentes”:
Parto de la base de que en el PSOE somos conscientes de las necesidades que tienen los ayuntamientos. Creo que existe un consenso generalizado acerca de que las administraciones locales son la asignatura pendiente en materia de financiación. Esos problemas deberían resolverse mediante lo que se ha dado en llamar el ‘Pacto Local’. En dicho Pacto se debería establecer el aumento de las transferencias de fondos desde la Comunidad Autónoma hasta los ayuntamientos para resolver, entre otros avatares presupuestarios, la escasez de recursos que padecen para afrontar sus gastos corrientes.
Esa doctrina parecía asumida por el propio Valcárcel en su discurso de investidura hace dos años. Sin embrago, en los Presupuestos de este año, nos sorprendió con una congelación de fondos destinados a los municipios. La primera en la frente.
Con posterioridad, y mientras el Gobierno de Zapatero aprobaba el Plan Especial de 248 millones de euros para inversión en la Región del que acabo de hablaros, el Gobierno regional destinaba sólo ¡21 millones! ¡Y para dos ejercicios! De poco sirvieron nuestras exigencias de que igualase dicha cantidad tratándose de paliar el grave problema de desempleo que existe en la Región. Nada, como si con él no fuera la cosa…
Ahora Valcárcel pretende engañar nuevamente a los ayuntamientos y propone desviar parte de los fondos de inversión local para gasto corriente de las distintas corporaciones. Es decir, de la cantidad que ya estaba prevista para los municipios, quiere sustraer 14 millones de euros y destinarlos para gastos corrientes. Un parche raquítico que además pone en peligro los empleos que se podrían generar si ese mismo dinero se destinara, como estaba previsto inicialmente, a inversión.
No se quien asesora al Sr. Presidente, pero de verdad que cuesta no llevarse las manos a la cabeza… Espero, por el bien de nuestros Ayuntamientos y de los trabajadores y parados, que reflexione, que se ponga a la altura –como ya han hecho otros presidentes autonómicos- e iguale las inversiones del Gobierno de Zapatero. Y que, además, se ponga manos a la obra para resolver definitivamente el problema financiero de las Entidades Locales. Para ello cuenta con 367 millones de euros adicionales que recibiremos en la Región con el nuevo modelo de Financiación Autonómica. Tal vez podría destinar parte a pagar los servicios públicos de su competencia que, en los últimos años, le ha endosado a los Ayuntamientos.
Creo que le llegue… Si le falta, le propongo que recorte los gastos de protocolo de sus consejerías. Porque resulta escandaloso que, existiendo Ayuntamientos que necesitan ayuda para subsistir, la Administración regional dilapide los recursos públicos en obsequios, cenas millonarias y otros dispendios.
El dinero del Plan E ha tenido como objetivo principal generar empleo en estos momentos de crisis, algo que se ha conseguido a lo largo de estos meses. De hecho, en toda España, la inversión ha supuesto la creación de unos 400.000 nuevos empleos, de los cuales 15.000 se han producido en la Región, superando con creces las expectativas.
Está claro que, de no haber existido dicho Plan, el paro en nuestra Comunidad sería todavía mucho mayor; Lejos de ser el fracaso que pretenden pintar algunos, tanto los ayuntamientos del PP como los del PSOE reconocen que el Plan E ha supuesto un revulsivo para el empleo local, además de servir para acometer importantes obras públicas en sus respectivos municipios. Ahora, la segunda fase de este fondo estatal que se va a renovar para 2010, con 5.000 millones de euros, seguirá contribuyendo a la necesaria creación de empleo.
Con la primera fase Valcárcel no estuvo a la altura. Se negó a poner la misma cantidad de euros que el Estado, lo que podría haber duplicado las inversiones en los pueblos y ciudades de la Región y, lo más importante, haber multiplicado por dos el número de empleos. Podría ser este un buen momento para desquitarse, ¿Verdad? Pues mucho me temo que no. Repasemos algunos de sus “antecedentes”:
Parto de la base de que en el PSOE somos conscientes de las necesidades que tienen los ayuntamientos. Creo que existe un consenso generalizado acerca de que las administraciones locales son la asignatura pendiente en materia de financiación. Esos problemas deberían resolverse mediante lo que se ha dado en llamar el ‘Pacto Local’. En dicho Pacto se debería establecer el aumento de las transferencias de fondos desde la Comunidad Autónoma hasta los ayuntamientos para resolver, entre otros avatares presupuestarios, la escasez de recursos que padecen para afrontar sus gastos corrientes.
Esa doctrina parecía asumida por el propio Valcárcel en su discurso de investidura hace dos años. Sin embrago, en los Presupuestos de este año, nos sorprendió con una congelación de fondos destinados a los municipios. La primera en la frente.
Con posterioridad, y mientras el Gobierno de Zapatero aprobaba el Plan Especial de 248 millones de euros para inversión en la Región del que acabo de hablaros, el Gobierno regional destinaba sólo ¡21 millones! ¡Y para dos ejercicios! De poco sirvieron nuestras exigencias de que igualase dicha cantidad tratándose de paliar el grave problema de desempleo que existe en la Región. Nada, como si con él no fuera la cosa…
Ahora Valcárcel pretende engañar nuevamente a los ayuntamientos y propone desviar parte de los fondos de inversión local para gasto corriente de las distintas corporaciones. Es decir, de la cantidad que ya estaba prevista para los municipios, quiere sustraer 14 millones de euros y destinarlos para gastos corrientes. Un parche raquítico que además pone en peligro los empleos que se podrían generar si ese mismo dinero se destinara, como estaba previsto inicialmente, a inversión.
No se quien asesora al Sr. Presidente, pero de verdad que cuesta no llevarse las manos a la cabeza… Espero, por el bien de nuestros Ayuntamientos y de los trabajadores y parados, que reflexione, que se ponga a la altura –como ya han hecho otros presidentes autonómicos- e iguale las inversiones del Gobierno de Zapatero. Y que, además, se ponga manos a la obra para resolver definitivamente el problema financiero de las Entidades Locales. Para ello cuenta con 367 millones de euros adicionales que recibiremos en la Región con el nuevo modelo de Financiación Autonómica. Tal vez podría destinar parte a pagar los servicios públicos de su competencia que, en los últimos años, le ha endosado a los Ayuntamientos.
Creo que le llegue… Si le falta, le propongo que recorte los gastos de protocolo de sus consejerías. Porque resulta escandaloso que, existiendo Ayuntamientos que necesitan ayuda para subsistir, la Administración regional dilapide los recursos públicos en obsequios, cenas millonarias y otros dispendios.
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