18 agosto 2009

Ética bajo cero

En la línea de la estrategia nacional iniciada por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, este fin de semana Valcárcel ha sentenciado que el legítimo gobierno de todos los españoles intenta, nada menos, que manipular a la Justicia para que persiga a dirigentes del PP. Estas declaraciones, ya de por sí impropias de un presidente autonómico, fueron aderezadas con otras en las que en un tono ciertamente exaltado, Valcárcel justificaba a los altos cargos de su partido en la Región que, tras un proceso judicial, han quedado con “pequeños carguitos”.

Resulta ciertamente preocupante que aquel en quien los ciudadanos depositaron mayoritariamente su confianza para que gestionase con honradez, califique de “pequeños carguitos” acusaciones como malversación de fondos o cohecho, que son, desde mi punto de vista, las más graves que se pueden hacer a un servidor público.

Las declaraciones de Valcárcel dan una idea del baremo ético y moral del Partido Popular en la Región de Murcia, y dejan intuir que no pedirá responsabilidades políticas a los numerosos cargos institucionales imputados por corrupción en nuestra tierra.

Pero no sólo eso. Es que además, con su brioso alegato mediático a favor de estos señores, Valcárcel carga contra periodistas, jueces, fiscales, policías o el propio Gobierno, y pretende que la ciudadanía saque a hombros a los -diremos- presuntos corruptos. Es grave, muy grave que intente “normalizar”, incluso, ensalzar ante la opinión pública, comportamientos ilegales, inmorales, plagados de avaricia…

Y es que el máximo responsable del PP en nuestra Región ampara a quienes han sido, en gran parte, autores del empobrecimiento de la Región, culpables de que hoy estemos a la cabeza del paro y de la destrucción de empresas. No le sonroja lo más mínimo colocarse al lado de los alentadores de la especulación, del enriquecimiento desmesurado y exprés de unos pocos a costa del resto; de los que alimentaron con desenfreno una burbuja, que al final ha reventado y está arrastrando a quienes menos culpa tienen. Porque, que nadie se engañe, durante los años en que algunos cultivaron con mimo “su” modelo de crecimiento, unos pocos hicieron el agosto mientras la gran mayoría seguía con niveles de renta muy por debajo de la media española, sufrían una precariedad en el empleo jamás vista (que ahora es paro) y observaban con impotencia como, al amparo de la Ley de Suelo de Aznar, la vivienda adquiría precios astronómicos que obligaban a hipotecarse durante cuarenta años… Ésa es la historia de los últimos catorce años en nuestra Región. En nuestra mano está pasar página definitivamente. Que no se nos olvide.

1 comentario:

Evaristo dijo...

Totalmente de acuerdo. Yo añadiría quizás que Valcárcel no solo ampara a quienes han sido, en gran parte, autores del empobrecimiento y culpables de que hoy estemos a la cabeza del paro y de la destrucción de empresas, sino que él es tan responsable como ellos, si no más. Han sido sus 14 años de gobierno, ha sido su modelo económico, ha sido su apuesta por el ladrillo, ha sido su mirar hacia otro lado frente a la especulación desorbitada y la corrupción generalizada.

Como bien dices, en nuestra mano está pasar página.