El Gobierno regional, con Valcárcel a la cabeza, no puede irse de vacaciones. Al menos, no está moralmente legitimado para hacerlo. En sólo dos años de legislatura se ha triplicado el paro en la Región hasta llegar a las 147.000 personas (la tasa de desempleo ha pasado del 6% al 20% en este tiempo). Decenas de miles de familias murcianas atraviesan una situación más que difícil, mientras que otras viven bajo la incertidumbre de no saber si también ellas pasarán a engrosar esta dramática lista próximamente. Porque, mientras el paro encadena tres meses de descenso consecutivo a nivel nacional, aquí sigue creciendo. Lo peor es que los analistas apuntan a que la situación laboral en nuestra Región empeorará aún más el próximo otoño.
A corto plazo, necesitamos que el Gobierno regional ponga en marcha un plan de choque económico que reactive la economía (al igual que hacen otras autonomías) que incluya obra pública en sanidad y servicios sociales, en centros educativos, comunicaciones, transporte urbano, transporte metropolitano y obras hidráulicas; que apoye a las pymes, autónomos y agricultores, y a los sectores mas vulnerables, como el del mueble y el agrícola.
Esto lo digo perfectamente a sabiendas de que el Plan Estratégico de la Región está muerto, porque se planteó para un ciclo económico bien distinto. ¿Por qué, si no, desde que se aprobó hay cien mil parados más? ¿A qué espera Valcárcel para afrontar un replanteamiento del mismo?
En el PSRM-PSOE lo tenemos más que claro: nuestra Región necesita un nuevo modelo que persiga un crecimiento económico sostenible, verde, que apueste por la investigación, el desarrollo tecnológico, la sociedad del conocimiento y por la internacionalización de las empresas. Además, es preciso que el Gobierno regional ponga en marcha estímulos fiscales para los sectores agroalimentario y turístico, a los que no se puede descuidar.
Nosotros apostamos por un modelo de crecimiento que genere valor añadido y empleo de calidad, donde la industria tenga un mayor peso, con inversiones en I+D+i que nos hagan más productivos y competitivos. Queremos que se ponga el acento en los sectores emergentes: la agroindustria, las energías renovables, el turismo rural, la agricultura ecológica o lo relacionado con el ámbito social, muy especialmente con la Ley de Dependencia, un logro sin precedentes en los derechos sociales, que está siendo objeto de un cruel e injusto boicot por parte del Gobierno de Valcárcel.
Todos ellos suponen grandes yacimientos de empleo por explotar. Unidos a una educación y formación de calidad para todos, podrían convertirse en el motor generador de calidad de vida para las generaciones presentes y futuras de murcianos y murcianas. ¿Cuándo empezamos?
A corto plazo, necesitamos que el Gobierno regional ponga en marcha un plan de choque económico que reactive la economía (al igual que hacen otras autonomías) que incluya obra pública en sanidad y servicios sociales, en centros educativos, comunicaciones, transporte urbano, transporte metropolitano y obras hidráulicas; que apoye a las pymes, autónomos y agricultores, y a los sectores mas vulnerables, como el del mueble y el agrícola.
Esto lo digo perfectamente a sabiendas de que el Plan Estratégico de la Región está muerto, porque se planteó para un ciclo económico bien distinto. ¿Por qué, si no, desde que se aprobó hay cien mil parados más? ¿A qué espera Valcárcel para afrontar un replanteamiento del mismo?
En el PSRM-PSOE lo tenemos más que claro: nuestra Región necesita un nuevo modelo que persiga un crecimiento económico sostenible, verde, que apueste por la investigación, el desarrollo tecnológico, la sociedad del conocimiento y por la internacionalización de las empresas. Además, es preciso que el Gobierno regional ponga en marcha estímulos fiscales para los sectores agroalimentario y turístico, a los que no se puede descuidar.
Nosotros apostamos por un modelo de crecimiento que genere valor añadido y empleo de calidad, donde la industria tenga un mayor peso, con inversiones en I+D+i que nos hagan más productivos y competitivos. Queremos que se ponga el acento en los sectores emergentes: la agroindustria, las energías renovables, el turismo rural, la agricultura ecológica o lo relacionado con el ámbito social, muy especialmente con la Ley de Dependencia, un logro sin precedentes en los derechos sociales, que está siendo objeto de un cruel e injusto boicot por parte del Gobierno de Valcárcel.
Todos ellos suponen grandes yacimientos de empleo por explotar. Unidos a una educación y formación de calidad para todos, podrían convertirse en el motor generador de calidad de vida para las generaciones presentes y futuras de murcianos y murcianas. ¿Cuándo empezamos?
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