Desde el punto de vista de la política impositiva, el crecimiento
económico y la igualdad, encontramos dos
hechos relevantes nuevos[1]
que hay que tener en cuenta en el debate de los impuestos y del diseño de una nueva estrategia fiscal:
- Muchos economistas[2],
y nuevos modelos sobre imposición[3],
están reconsiderando la idea de que el capital, la propiedad y las herencias no
deben ser gravadas.
- Ahora bien, la globalización
económica, la movilidad del capital, y la competencia fiscal por atraer
empresas, puede conducir a un concepto usado inicialmente en Estados Unidos a
principios del siglo XX , llamado “carrera hacia el fondo”( race to the
bottom), es una carrera cuya única ventaja parte de empobrecer al vecino y que
termina en niveles fiscales ineficientemente bajos. En definitiva, una subasta
a la baja.
Los viejos modelos de la teoría
de la imposición óptima, que han tenido una destacada influencia entre los
políticos y los policymakers durante,
tienen su origen en la teoría económica neoclásica, en el uso estándar de los
modelos de equilibrio general de Arrow-Debreu. Más concretamente, del segundo
teorema de la economía del bienestar se deriva que no existe argumento de
eficiencia a favor de la intervención pública, y la forma eficiente de
conseguir los objetivos de equidad consiste en redistribuir de forma neutral,
ello hace prácticamente imposible la
intervención pública, de tal manera que
siempre habrá un intercambio( trade-off)
entre eficiencia y equidad.
Dicho de otra modo, los impuestos
tienen un fuerte efecto distorsionador sobre la asignación de recursos en la
economía. Impuestos sobre el capital y fuertes niveles de progresividad real
pueden influir de forma negativa sobre el ahorro, sobre el capital y en
definitiva sobre la producción, y sobre la oferta de trabajo.
Las consecuencias prácticas de la
teoría económica de la imposición óptima[4]
son muy conocidas: una escala de tipos del gravamen más proporcional; moderación en los impuestos a las rentas
altas, a las del capital, así como, para los beneficios empresariales, y un
mayor peso en el conjunto de la tributación de los impuestos indirectos.
1º.- Las rentas altas tienen
incentivos a pagar más en la medida que unas elevadas tasas de desigualdad en
la sociedad implicará, en el futuro, unos incrementos impositivos cuasi
expropiatorios.
2º.- Los mercados de capital son
imperfectos, de tal manera que los contribuyentes de todo tipo de rentas no
pueden asegurarse contra todo tipo de riesgos, en ese contexto grabar el
capital es una vía para conseguir un seguro personal y familiar contra dichos
riesgos.
3º.- En los modelos de horizonte infinito el
público ahorra para consumir más en el futuro. Sin embargo, con supuestos más
realistas, de horizonte finito, justamente cuando suben los impuestos, porque
la rentabilidad del ahorro se reduce y para poder tener una pensión mayor se
tiene incentivos a ahorrar más en el presente.
4º.- Lo mismo sucede con las
herencias, en un horizonte finito, para dejar una mayor herencia, cuando se
incrementan los impuestos sobre la riqueza en el presente, se tienen más alicientes para ahorrar e
invertir en el presente.
Hasta aquí un resumen, muy
sintético, de las últimas aportaciones de la teoría económica en materia
impositiva. Utilizando las conclusiones de dichos modelos pasaré a discutir las
recomendaciones de la teoría de la imposición óptima, para ello utilizaré los
conocidos elementos de la curva del conocido economista Arthur Laffer.
A partir de dicha proposición se podría decir, que hay, al menos, tres
derivaciones de la curva de Laffer:
1ª.- Una subida de impuestos
distorsiona el funcionamiento de la economía y la recaudación. A dicha
proposición, se puede contraponer, tal como se ha visto anteriormente que hay modelos en la teoría económica que concluyen que la
distorsión si existe es pequeña.
2ª.- Un incremento de la presión
fiscal, especialmente, sobre el capital y las grandes empresas, tendría un
efecto elusión vía salida de capitales y grandes empresas buscando una
imposición más baja. Este efecto es especialmente significativo, y a
considerar, en un contexto de
globalización económica y para países
medianos y pequeños. La manera de
combatir este efecto es por la vía de una armonización fiscal e intensa coordinación internacional en la
lucha contra el fraude y los paraísos
fiscales. Desde este punto de vista no se entiende que en la Unión Europea no
haya una apuesta por la armonización fiscal y que en el seno de la misma
existan paraísos fiscales.
3ª.- Cuando suben los impuestos
hay un mayor acicate, sobre todo en un contexto de crisis económica, para incrementar
la economía sumergida, el fraude y la elusión fiscal. Es decir, una curva de
Laffer a la española. El mayor antídoto en este caso es perseguir el fraude
fiscal, el camino no es aprobar una amnistía fiscal para los defraudadores.
Finalmente, y a partir de lo
expuesto anteriormente, se deben extraer una serie de conclusiones de cara a
una reorientación de la arquitectura fiscal
en España, en un contexto en el
que es preciso, un plan de consolidación
fiscal para los próximos años de la
economía española que ponga más
acento en el incremento de los ingresos que el recorte por el lado de los
gastos. Sobre todo si se piensa que en la Unión Europea, los ingresos públicos se sitúan en el 35,1% del PIB, frente al 44,6% de la
UE-27; y el gasto público español es del
43,6 del PIB frente al 49,1 de la UE-27, todo ello con datos de 2011.
A mi juicio, tres grandes conclusiones se
derivan de lo anterior para la política impositiva española:
a) Hay
un amplio margen para una política impositiva que combine igualdad y eficiencia
económica.
2 b) Es
necesario, una armonización fiscal e
intensa coordinación internacional en la lucha contra el fraude y los paraísos fiscales, especialmente en el
seno de la Unión Europea, para evitar los efectos de la competencia fiscal a la baja. En este punto, subidas de impuestos a la propiedad, por definición, son las más inmunes a una subasta a la baja, y las que menos distorsionan el funcionamiento de la economía.
3 c) Se
hace precisa una ambiciosa política de lucha contra el fraude ,esto junto a la necesaria
coordinación internacional impositiva, permitirá incrementar las bases
imponibles, es decir, que todos paguen para que de esa manera no tengamos que
cargar con unos tipos más altos a los que ya pagan en España, que en su mayoría son las rentas medias. Añadiendo equidad al sistema impositivo.
[1] La fiscalidad verde no es un hecho nuevo, pero se
deberá tener muy en cuenta en la reforma impositiva, por sus efectos sobre la
eficiencia económica y su potencial recaudatorio.
[2] Algunas referencias :
Conesa, Juan Carlos, Sagiri Kitao, and Dirk Krueger.(2009): "Taxing
Capital? Not
a Bad Idea after All!." American
Economic Review, 99(1): 25–48.
Emmanuel Farhi, Christopher
Sleet, Ivan Werning and Sevin Yeltekin.(2012) "Non-linear capital
taxation without commitment", Review of Economic Studies.
[3] Un ejemplo se puede encontrar en: Peter A. Diamond and Emmanuel Saez. (2011):” The Case for a Progressive Tax: From
Basic Research to Policy Recommendations “, CESifo Working
Paper Series No. 3548. Massachusetts Institute of Technology (MIT) -
Department of Economics and University of California, Berkeley .
[4] Un resumen reciente se puede encontrar en la revista Papeles de Economía Español, nº 125/126,
(2010): “ Claves actuales de la
fiscalidad del futuro”.
[5] Zero-sum debate. Economists
are rethinking the view that capital should not be taxed
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